• Mediante un método de sondaje, que permite implementar un sistema de riego a la demanda, se pudo determinar la profundidad de suelo en que se produce el mayor consumo de agua por parte de la planta.

El alto precio de las paltas en Chile se ha mantenido en el último tiempo y los expertos han planteado que este fenómeno es el resultado de una serie de factores que, entremezclados, han hecho que los valores se disparen: el cambio climático, la sostenida demanda interna y externa, y la baja en las producciones debido a la escasez hídrica.

En la Escuela de Agronomía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), en consorcio con algunos productores de paltas, en especial de zonas con problemas de abastecimiento hídrico, se han comenzado a implementar estrategias innovadoras para reducir el gasto superfluo de agua en diferentes cultivos, a través del sistema de riego a la demanda.

Para ello, se pusieron sensores de humedad en los huertos productivos de paltos, destinados principalmente a investigación, y se implementó un sistema de monitoreo telemático de alta tecnología que determina en tiempo real el nivel de humedad del suelo en diferentes profundidades, acorde al desarrollo de las raíces. Esto permite un uso más eficiente del agua disponible para riego.

En la práctica, se instalaron sondas de 60 centímetros de capacitancia en sectores del huerto en forma experimental, con el fin de evaluar la efectividad de este sistema que funciona con energía solar y cuyos registros son enviados a una nube de almacenamiento de datos para ser leídos desde un computador o un celular.

La información es recopilada con una frecuencia de quince minutos durante las veinticuatro horas, los siete días de la semana, por lo que el seguimiento es muy preciso para los efectos deseados de monitoreo.

Después de varios meses de funcionamiento, se pudo establecer que el primer beneficio detectado fue la determinación objetiva de la profundidad de suelo en que se produce el mayor consumo de agua por parte de la planta.

Esta información permitió definir un tiempo de riego adecuado para cada sector, disminuyendo la percolación en profundidad debido a riegos con mayor tiempo que el necesario y evitando pérdidas y arrastre de fertilizantes en profundidad.

Sin tener registros exactos ni exhaustivos de temporadas anteriores, el ahorro de agua por menores pérdidas por percolación y menor sobre riego está estimado en el orden del 10% a 15%. Nuestra impresión es que, a igual fecha del año pasado, tenemos árboles con un mejor aspecto, mayor desarrollo de hojas y calibre de fruta, ajustándose de mejor forma a las situaciones coyunturales frente al desabastecimiento hídrico”, explicó el profesor Ricardo Cautín al referirse a los resultados obtenidos en la Agrícola Canelillo de Illapel, adelantando que con lo aprendido esta temporada se podrá proyectar un mayor ahorro de agua de riego.

Estos resultados adquieren mayor relevancia cuando se trabaja con un tipo de planta de palto cuya tecnología de producción es de reciente incorporación en Chile y, además, son producto de la investigación y desarrollo tecnológico que se produjo a partir de dos proyectos FONDEF que financiaron 12 años de investigación en la Escuela de Agronomía de la PUCV.

Este tipo de plantas son ‘clones’, es decir todas idénticas genéticamente en lo que respecta a la variedad y al portainjerto o parte que corresponde a la raíz. Eso, frente a las determinaciones en cantidad y momentos de riego, presenta la ventaja de que habría mayor uniformidad en la respuesta.

OTRAS INVESTIGACIONES PUCV

Otro proyecto que busca desarrollar estrategias innovadoras para que los cultivos se adapten a las nuevas condiciones ambientales es el liderado por los académicos de la Escuela de Agronomía, Romina Pedreschi, Juan Eugenio Álvaro e Ítalo Cuneo, con el que esperan entender el funcionamiento de absorción de agua de las raíces de dos portainjertos de palto Cv. Hass y la composición de carbohidratos no estructurales de las raíces en las diferentes zonas de las raíces finas, incorporando conocimiento relacionado con la postcosecha, fisiología vegetal y nutrición vegetal.

Con esta investigación se busca generar el conocimiento necesario para optimizar sistemas agroalimentarios sostenibles, con un uso más eficiente de agua y nutrientes para la producción de palta.

Además, esperan determinar por qué en condiciones similares controladas de crecimiento (ambiente protegido) y manejo, un portainjerto es más eficiente que otro en términos de uso del recurso hídrico, fertilizantes y desarrollo productivo.

Adicionalmente, el académico Juan Eugenio Álvaro trabaja en el desarrollo de un “Dispositivo de riego de bajo caudal para ser usado en un sistema de Fertirriego”, una tecnología desarrollada que ralentiza la emisión de una solución nutritiva (agua y nutrientes) cuatro veces en el tiempo de riego, permitiendo una mejor distribución espacial de este fertirriego y solución nutritiva, que incrementa el crecimiento del sistema de raíces y optimizar el uso de agua y nutrientes, lo que finalmente mejora la eficiencia y disminuye la contaminación ambiental por nitratos.

Con esta tecnología, el productor, como usuario final, va a poder entrar al sistema de sustentabilidad de los sistemas agrícolas, dando un valor agregado a los productos finales y permitirá que éstos cuenten con un sello de eficiencia del uso del agua, certificación de protección del medioambiente fundamental para el desarrollo y viabilidad de los sistemas alimentarios.

EL FUTURO DE LAS PALTAS EN CHILE

Según el académico Ricardo Cautín, el concepto de ‘riego a la demanda’ se instalará cada vez con mayor fuerza debido a las condiciones limitantes que nos ofrece el clima, estimulando la incorporación de sistemas inteligentes de cuantificación con alta representatividad, en este caso respecto del uso del recurso agua, cuyo grado de eficiencia alcanzada definirá el éxito o fracaso en la gestión productiva a diferentes niveles de explotación.

Los estudios y tecnologías desarrolladas que se mencionan podrían mantener la superficie actual en cuanto a plantaciones de paltos y hacer más eficiente la relación existente entre la cantidad de kilos de palta producida por metro cúbico que se aporta de agua. Si a este objetivo le añadimos la posibilidad de producir en forma sostenible e inocua, nuestra palta debería ser más valorada en el mercado. Lo que nos queda ahora es hacer más eficiente el manejo de las plantas, optimizando el conocimiento que se tiene sobre los aspectos que mejoran la calidad de la madera y su producción inicialmente de flores y luego de frutos, aunque el clima presente dificultades. Esta necesidad de mayor eficiencia productiva abre campos para la interdisciplina en investigación y desarrollo, para intentar posicionarnos como una industria activa, pensante, moderna y de nivel mundial”, concluye el experto.

HASS, LA VARIEDAD ESTRELLA EN CHILE

La palta más apetecida hoy en nuestro país es la Hass: llegó hace más de ocho décadas y en este tiempo ha logrado posicionarse y ser reconocida como una variedad rica, cremosa y de alta calidad, construyendo una cultura de consumo muy fuerte en torno a su producción.

Además, su piel gruesa y oscura resiste muy bien la vida postcosecha, lo que permite una buena comercialización, otro punto que ayuda a aumentar su popularidad.

Aunque existen programas de mejoramiento genético que intentan posicionar nuevas variedades de paltas, el mercado recién se está educando y empezando a consumir otros tipos. Hass sigue siendo lo que se reconoce como un producto de calidad, que el consumidor apetece”, comenta Ricardo Cautín, director de la Escuela de Agronomía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y uno de los expertos más connotados a nivel mundial en manejo de paltos.

Dada esta larga tradición de consumo de palta Hass, en las últimas tres temporadas se ha experimentado un problema de abastecimiento hídrico muy fuerte, que ha provocado una disminución de superficies plantadas con paltos y, por ende, una merma en las producciones.

En algún momento hubo 40 mil hectáreas de paltos en Chile y hoy estamos en 30 mil por falta de agua. Esto se traduce en que la producción ha disminuido de un 20 a un 40%, mientras que a la par existe un mercado que demanda fruta todo el año, pero las paltas tienen condición de estacionalidad”, comenta el profesor Cautín, quien es Doctor en Fisiología Frutal.

Otra variable que afecta a la producción es el cambio del clima, ya que desde hace tres o cuatro temporadas se ha visto que las temperaturas de primavera no cumplen los requisitos que tiene la especie para cuajar adecuadamente.

Si se analiza cuando florecen los huertos de paltos en el Valle de Quillota, que es a fines de septiembre hasta principios de diciembre, podemos notar que hacia el norte hay un desfase de un mes y hacia el sur de un mes más. Esto significa que una parte importante de la superficie está floreciendo cuando no se dan las condiciones para que se dé la cuaja y esto también disminuye la producción”, explica el profesor Cautín. Por ello es que, si antes se producían 240 millones de kilos de palta a nivel nacional, últimamente esta cifra ronda los 170 millones de kilos.

En Chile, la cosecha de Hass comienza generalmente en agosto y puede llegar a junio del año siguiente guardando fruta.

Sin embargo, como no ha habido cuaja y cantidad suficiente de producción, el mercado se cierra bastante temprano y es ahí cuando los precios se elevan.

Además, existen importantes compromisos internacionales que las compañías chilenas han adquirido con mercados europeos e importantes cadenas para surtirse de este cotizado producto.

Así, cuando Chile entra en el mercado europeo, prácticamente compite solo. Eso hace que los precios sean buenos, pero resulta en menor abastecimiento dentro del país.