Por Andrea Zondek, Presidenta de Fundación TACAL.
Producto de la pandemia, ha quedado en evidencia que los avances legislativos para lograr la inclusión laboral de las personas con discapacidad, no están llegando a tiempo.
Las personas que están contratadas, pero que están pensionadas, no cotizan en la AFC, por tanto, quedan excluidas de la cobertura de la Ley de Protección al Empleo. No tienen derecho a la suspensión de su lazo laboral.
No tienen derecho a pactar la disminución de jornada con la empresa ¿Qué sucede entonces?
La desvinculación… pero no es tan simple.
Las empresas de más de 100 trabajadores deben cumplir la Ley de Inclusión 21.015, que obliga a tener el 1 % de personas con discapacidad contratadas.
Todas aquellas empresas que incumplen se exponen a multas y desprestigio internacional.
En este sentido, es importante tener en cuenta que en países como Suecia, Dinamarca, Noruega y Finlandia se priorizan las medidas dirigidas a persuadir a las empresas para que ofrezcan oportunidades de empleo a las personas con discapacidad y, también, para generar capacitaciones que equiparen sus oportunidades y faciliten así su ingreso al empleo.
Muchas de las empresas mineras y proveedoras de la minería presentes en Chile, son compañías internacionales que se rigen simultáneamente por la ley chilena y por estándares internacionales.
La ética es un factor relevante al momento de ser evaluadas por sus casas matrices.
Por ejemplo, en Australia, Inglaterra, Canadá, Holanda y Alemania, entre otros casos donde nacen las grandes compañías con presencia en nuestro país.
Es imperativo que las empresas avancen en materia de inclusión laboral de personas con discapacidad.
En este punto hay que sincerar que contratar una persona con discapacidad NO implica ser inclusivo.
Ser inclusivo implica que las personas con discapacidad sean consideradas bajo los mismos estándares que las sin discapacidad. Para ello, las empresas deben iniciar la implementación de programas que den cuenta de tres áreas y acciones primordiales: contratación, cambio cultural y accesibilidad.
El sector minero chileno enfrenta hoy el desafío de la inclusión, pero lamentablemente el 59% de las personas con discapacidad de Chile permanecen excluidos del sistema laboral nacional.
La desprotección es evidente.
Debemos impedir que en esta pandemia la desprotección los haga más vulnerables aún, no debieran ser los primeros en la fila a la hora de desvincular.
En Fundación TACAL nos dedicamos a capacitar a personas con discapacidad porque creemos firmemente que algún día lograremos que las empresas no requieran de una ley para incluirlas y que su selección por competencias suceda de manera natural.