• De acuerdo a un estudio realizado por investigadores de USerena, la mariposa, la chinita y la araña son las especies más populares entre escolares. Los estereotipos de la sociedad, la influencia de los medios, y el lugar donde habitan o estudian los menores son los aspectos determinantes en sus preferencias.

 

  • El estudio también resalta el escaso conocimiento sobre estas especies y la importancia que tiene incorporar más experiencias interactivas de los escolares con los insectos, en especial, para su conservación.

 

El interés en los artrópodos (insectos, arácnidos, crustáceos y miriápodos) empieza durante la niñez, pero existen escasas investigaciones sobre los conocimientos y preferencias de los niños y niñas chilenos acerca de ellos. Precisamente un estudio realizado por investigadores de la Universidad de La Serena buscó conocer cuáles son los “bichitos” favoritos de alumnos y alumnas de enseñanza básica, específicamente aquellas especies del desierto florido. Lo anterior, con el fin de discutir la importancia de estos resultados para la conservación de los artrópodos de estas áreas del norte-centro de Chile.

El trabajo – que consistió en aplicar una encuesta a niños y niñas de 8 a 15 años provenientes de 10 escuelas (nueve urbanas y una rural) de las regiones de Coquimbo y Atacama- arrojó que niños y niñas prefieren a la mariposa, elegida por 33,7% de los participantes en primera preferencia; seguido por la chinita (20,5%); y la araña (10,5%) en tercer lugar.

Además, se puede observar que existen diferencias significativas entre las preferencias asociadas al género de niños y niñas, y que la edad no es un factor determinante frente a tales preferencias. Por ejemplo, las niñas prefirieron las mariposas (30,3%) y las chinitas (23,2%), mientras que los niños se inclinaron por el escorpión (21,4%), la araña pollito (17,9%) y la araña (10,4%).

“Existe un patrón de preferencia entre niños y niñas. Las niñas tienen como favoritos a los grupos asociados con la polinización, las flores o que son voladores, a diferencia de los niños que se inclinan más por los depredadores, como las arañas y los escorpiones. Y todo esto tiene relación con la literatura infantil, los estereotipos de la sociedad, el sesgo cultural y la influencia de los medios”, sostiene el entomólogo Jaime Pizarro-Araya, académico e investigador del Laboratorio de Entomología Ecológica USerena y uno de los autores del trabajo junto a Francisco López-Cortés y Mary-Carmen Inostroza, académicos del Departamento de Biología de la casa de estudios estatal.

Pizarro agrega que además existe escasa poca literatura escolar donde se documente sobre fauna chilena -más aún con los invertebrados-, y que los textos escolares están más relacionados con la fauna exótica (cebras, leones, elefantes).

Otro aspecto que se destaca en el estudio es que las mariposas, las chinitas y las arañas pollitos fueron populares tanto en escuelas urbanas como en rurales, mientras que los escorpiones y las arañas no fueron tan preferidas en las escuelas rurales como sí ocurrió en las escuelas urbanas. Los investigadores precisan que un factor que resulta importante de considerar es el lugar en el cual los niños viven y asisten a la escuela, y que puede relacionarse con la falta de experiencias con la naturaleza y un entorno natural. El estudio sugiere que “las personas que viven en lugares rurales -y por lo tanto poseen más experiencia directa con la naturaleza- presenten percepciones ambientales diferentes y más amplias”.

Sobre esto, Pizarro-Araya resalta que “es difícil que un niño que vive alejado de la naturaleza y que no recorre otros lugares fuera de la urbe, conozca sobre artrópodos. Ahí el sesgo se relaciona con lo que ve en televisión o redes sociales, y eso se traduce en un bajo conocimiento de la biodiversidad o el patrimonio natural local”.

En este sentido, el investigador recalca la importancia que tiene que, desde la niñez, las personas conozcan sobre la biodiversidad local, en especial, de los “bichitos” del país. “Existen cerca de 33.500 especies de seres vivos en Chile, pero cuando se plantean medidas de conservación efectiva, a los insectos casi no se los considera, dejando de lado la relevancia que tienen para la polinización, la fragmentación y los recursos alimenticios. A ello se suma el conocimiento que se debe tener sobre algunas especies en la trasmisión de enfermedades (Chagas, Dengue, Zika)”, plantea el entomólogo.

Experiencias interactivas y directas con estas especies, literatura escolar que incorpore contenido sobre la fauna local y la importancia de su conservación, más investigaciones sobre esta temática y desarrollar materiales curriculares apoyados con tecnologías en ULS con el fin de complementar los recursos disponibles en las aulas escolares, son algunas de las sugerencias entregadas por los investigadores.

“Un aprendizaje que como investigadores alcanzamos está en las posibilidades que las tecnologías digitales como la realidad virtual, aumentada y los paseos en 360º ofrecen para que escolares puedan realizar exploración de organismos de su interés y los entornos naturales en los que habitan. De este modo, incorporan explícitamente el uso de las tecnologías en sus aprendizajes, se ofrecen posibilidades de explorar entornos naturales que poco accesibles (parques nacionales, islas, humedales, ecosistemas alejados del centro educativo), especialmente de aquellos que viven en zonas urbanas fuertemente modificadas”, sostiene el académico Francisco López, encargado del Laboratorio de Investigación e Innovación Tecnológica para la Educación en Ciencias, LIITEC ULS.

Justamente para acercar a los niños a los artrópodos en la Universidad de La Serena están trabajando en la impresión en 3D de este tipo de insectos, con la idea de que a futuro puedan ser entregados a los colegios para que los escolares puedan conocerlos más allá de la teoría y los libros.